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    09 febrero 2010

    Las relaciones entre la escuela y la familia

    En muchas ocasiones en la escuela nos preguntamos cómo puede ser que los padres y las madres de nuestros alumnos y alumnas no estén mucho más presentes en la escuela e incluso los invocamos como una de las causas de los malos resultados de sus hijos e hijas.

    Sin embargo, en la relación entre familia y escuela, sólo esta última es una instancia profesional; podríamos decir que ser padre o ser madre es una cuestión amateur: no nos preparan ni nos enseñan para ser padre o madre y, en un contexto como el actual, con tantas familias preocupadas por el trabajo o la hipoteca, ¿quién puede pedir responsabilidades?

    Muy al contrario, quizás esté en la escuela la posibilidad de conseguir que padres y madres participen más en la educación de sus hijos e hijas. Quizás sólo respondiendo a dos simples preguntas podemos encontrar caminos para mejorar nuestra relación:
    • ¿Está la escuela abierta a las familias? Es decir, ¿ofrecemos información suficiente? ¿Comunicamos a principio de curso cuáles son los objetivos del año académico? ¿Celebramos Jornadas de Puertas Abiertas? ¿Es fácil hablar con nosotros? ¿Invitamos normalmente a los padres y las madres para que colaboren con nosotros en actividades académicas?
    • ¿Es la escuela un servicio para las familias? ¿Tiene algún interés la escuela para las familias? ¿Ofrecemos una Escuela de Padres y Madres bien organizada? ¿Cursos de formación en nuevas tecnologías para Padres y Madres? ¿Idiomas?
    Como en mi último post hablaba de la enseñanza como una profesión basada en la investigación, aquí os dejo un interesante artículo de The Family-School Partnership Lab titulado ¿Por qué se implican los padres en la educación de sus hijos? (sólo disponible en inglés). La conclusión es clara: el factor que más influye en la participación (o la ausencia) de los padres y madres es la propia escuela y las actuaciones que esta realice (o deje de realizar) para motivar a las familias. Por eso, el mensaje es bien sencillo: ¿qué estás haciendo para que las familias participen en TU escuela y para que ayuden en la educación de sus hijos? ¿Está funcionado? Sí, enhorabuena. No, tendrás que intentar otra cosa. Quizás si empiezas respondiendo esas dos preguntas...

    Salud

    P.S. Acabo de ver que Alberto Franco escribe sobre De estranjis en su blog. Amigo, me honran tus palabras. Apúntate una Cruz del Campo con tapa la primera vez que nos veamos.

    1 comentarios:

    TIAPI dijo...

    En estas fechas de entrega de materiales (microordenadores), me pregunto qué sucederá en las aulas en las que las relaciones de comunicación del tutor/a con los padres no sean las más adecuadas. ¿La escuela está abierta a esas familias? ¿Les hemos facilitado que participen en el centro?¿Les hemos ofrecido alternativas de formación para que puedan educar a sus hijos e hijas? ¿Les ofrecemos espacios y tiempos para el diálogo? ¿...?
    Comparto sus reflexiones. Es una tarea que debe ser compartida.