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    31 agosto 2012

    De papel a pantalla: un proyecto de experiencia personal de lectura


    Soy un bibliófilo compulsivo. Me gusta el libro como objeto y los libros como ocio y como parte de mi profesión. Me gustan las bibliotecas y mi biblioteca. Me gustan las librerías grandes y las pequeñas, las grandes cadenas de librerías y las librerías de barrio. En este sentido, soy un habitante convencido de la Galaxia Gutenberg.

    Sin embargo, cada vez leo más en pantallas. Leo en mi ordenador de sobremesa y en el portátil, en mi teléfono y en el iPad. Curiosamente, en la única pantalla que no leo es en aquella que centraba la mirada en el comedor familiar hace algunos años, esa televisión a la que ya casi no dedico ni un minuto de mi tiempo diario.

    Tras un verano intensamente lector he decidido probarme a mí mismo si podría vivir sin libros en papel y comprobar cómo cambiarían mis hábitos lectores. Esto significa que daré preferencia a las versiones digitales de los libros en el caso de que existan ambas y que recurriré al papel solo en el caso de que necesite leer el libro y no haya otra opción.

    Así pues, durante el próximo mes dedicaré algunas entradas aquí en De estranjis a esta experiencia personal (por la que seguro que muchos ya han pasado). Evidentemente, mi experiencia no tiene ningún carácter científico y tampoco ninguna importancia para la humanidad. Sólo quería contaros que voy a hacerla por si alguien quiere compartir conmigo a través de los comentarios sus sensaciones al haber pasado del papel a la pantalla o su conocimiento respecto al mundo de la lectura en pantalla: ¿dónde compras tú los libros electrónicos o cuál es tu "fuente de alimentación"?¿Lees en un lector, en una tablet o en tu ordenador?¿Lees todo tipo de libros o sólo literatura?¿Estás satisfecha o satisfecho con la experiencia?

    Para ir "tomando nota de mis sensaciones" en Twitter usaré el hashtag #leerenpantalla, por si te apetece usarlo a ti también.

    Salud.

    30 agosto 2012

    Agradecimiento a María José Navarro, maestra


    Uno siempre está en deuda al menos con tres grupos de personas: con la familia, con sus maestros y maestras y con quienes te dan las primeras oportunidades profesionales. Reconocer esa deuda supone reconocer cariños, abrazos, palabras de ánimo, lecciones, correcciones y hasta reprimendas. El camino de aprendizaje que se hace con estas personas nos constituye como individuos. Somos quienes hemos llegado a ser con otras personas.

    En mi camino hay muchas personas importantes: mi padre y mi madre, Sonia, mis hermanos, Don Julián y Don Francisco, Sebastián, Milagros, Don Fernando, Neil, Daniel, Luis, José Manuel, Diego, Miguel, Julio, Fran, Víctor, Sagrario, M&M,... La lista de personas con quienes mantengo una deuda de gratitud es, afortunadamente, enorme.

    Hoy quisiera hablar de quien me mostró el camino de la formación permanente junto a mi amigo Diego Ojeda. En 2001 impartí en el CPR de Ceuta un curso titulado Teaching English on the edge: from Primary to Secondary Education. Aún conservo la presentación de diapositivas de aquel curso y, aunque ya no me reconozca en todas las diapositivas, en aquel curso sí encuentro el borrador de muchas de las ideas y prácticas que mantengo y defiendo hoy. Ese curso me forzó a someter a mi bibliografía a una revisión crítica en profundidad, me permitió sistematizar ideas y me obligó a pensar tanto en la validez teórica de lo que diría como en su valor práctico para el profesorado que se acercara a escucharme.

    La invitación para impartir ese curso vino de una asesora del CPR de Ceuta llamada María José Navarro. Cuando me escribió por primera vez yo no sabía quién era María José Navarro. No conocía su interesante trayectoria política ni su implicación con los centros educativos de Ceuta. No sabía de su interés por encontrar mecanismos para que en Ceuta se enseñara español como segunda lengua, por localizar a docentes que enseñaran eficazmente o por formarse para encontrar soluciones a la compleja situación educativa de Ceuta.

    Recuerdo perfectamente la primera reunión que tuve con Alejandro Curiel, director del CPR, y María José Navarro. Ellos me pedían que no me limitara a dar un curso "contando mi historia en plan universitario" sino que dotara al profesorado de los mecanismos para investigar en torno a mi propuesta, que los animara a llevarla a la práctica y a sacar conclusiones científicas a partir de su experiencia. No querían más cursos al dictado, buscaban investigación-acción.

    Desde entonces tengo esa petición de Alejandro y María José presente cuando diseño cada sesión formativa y cuando preparo cada ponencia. Como bien entendían ellos, nuestro trabajo no consiste en formar a los maestros y maestras sino en capacitarlos para que sean dueños y dueñas de su propia práctica educativa y para que esa práctica sea de calidad y mejore la vida de nuestro alumnado. La formación permanente no es, en este sentido, una relación vertical entre un experto y un ignorante sino una relación horizontal entre compañeros y compañeras que buscan el sendero juntos.

    Con el tiempo María José Navarro fue elegida directora del CPR de Ceuta e imprimió en su equipo el mismo instinto de búsqueda, de investigación, de curiosidad y de respeto hacia el profesorado que me transmitió a mí en aquella reunión en 2001. Siguiendo este camino los asesores y asesoras del CPR se han preparado para asumir retos que trascienden la figura del asesor-organizador de cursos y, así, en los últimos años el CPR ha explorado sendas que no se habían transitado antes en Ceuta, como las Comunidades de Aprendizaje promovidas por el Grupo CREA, la enseñanza del español como nueva lengua o el desarrollo de las competencias básicas en Primaria y Secundaria.

    Poner en funcionamiento en Ceuta las mejores prácticas educativas, avaladas por resultados científicos y por experiencias en otros centros educativos, es perentorio y así lo entendió María José Navarro hace tiempo. Una educación "convencional", fracasada en todo el territorio nacional, es en Ceuta - o en Melilla - fuente de ruina presente y futura y este funesto panorama no se soluciona con palabras o un fútil premio a la convivencia sino construyendo desde los centros educativos una nueva ciudadanía que supere la división en primera y segunda clase sobre la que se asientan ambas ciudades.

    Hace algunos días me comunicaron que María José Navarro no era renovada como directora del CPR de Ceuta y volvía al aula, como también le ocurre a Verónica Rivera, asesora del ámbito sociolingüístico del CPR de Ceuta. No he hablado aún con ella pero imagino que estará (ambas estarán) tranquila, con la conciencia clara de haber hecho el mejor trabajo posible en el CPR y contenta de poder poner en práctica en el aula el aprendizaje realizado durante estos últimos años.

    Con estas líneas yo quisiera dar las gracias públicamente a María José Navarro. Le doy las gracias no sólo por haber confiado en mí cuando yo tenía más por demostrar que demostrado sino, sobre todo, por haber intentado mejorar la educación en Ceuta a través de la formación del profesorado. En esa zona gris que solemos llamar la Administración Educativa no es frecuente agradecer con sinceridad los servicios prestados - especialmente cuando quien gobierna es de signo político distinto a ti - pero entre amigos sí es justo realizar ese agradecimiento. Siento que es de justicia que quien ha intentado traer profesionalidad, conocimiento, cordura e innovación a la formación permanente del profesorado en Ceuta tenga su reconocimiento.

    Creo que María José puede entrar contenta a su nuevo centro pues ella sabe que se lleva un agradecimiento mejor que el de la Administración Educativa: el recuerdo de todas las maestras y maestros que hemos tenido en el CPR de Ceuta el lugar de encuentro, el estímulo adecuado, el apoyo justo y el equipo humano para no sentirnos solos ante la complejidad abrumadora de los colegios ceutíes.

    Gracias, María José. Seguimos en contacto.

    29 agosto 2012

    Proyectando

    Imagen realizada por Tinkerbots

    Comenzar un nuevo curso también supone soltar la imaginación, imaginar posibilidades, buscar nuevas rutas: es la hora de diseñar proyectos.

    Este curso 2012-2013 hereda dos ideas-proyectos del curso pasado: la semana de los proyectos y proyecto lingüístico de centro. Ambos suponen moverme en el terreno donde más se disfruta, la escuela, y con quien más se aprende, el profesorado en sus aulas.

    En la semana de los proyectos esperamos que se animen de nuevo los Centros del Profesorado de la provincia de Sevilla y que además tomen el relevo los CEP de algunas otras provincias, animados por compañeros y compañeras que trabajan sobre el terreno. ¿Se animará el CEP de Algeciras-La Línea?¿Y los CEP malagueños?¿Y nuestros amigos de Jaén, con quien ya el año pasado estuvimos en contacto a través del CEP de Úbeda?¿Se sumará Almería a esta aventura? Creemos que es una propuesta de desarrollo profesional que tuvo éxito el año pasado: tenemos un modelo interesante de trabajo, ajustado a estos tiempos de crisis y centrado en dar visibilidad y potencia al buen trabajo que muchos docentes hacen en sus aulas. En fin, en cuanto comencemos a andar, os iré contando.

    El proyecto lingüístico de centro tiene un recorrido distinto. A partir de los trabajos realizados el año pasado con el Organismo Autónomo Programas Educativos Europeos espero que se pueda re-animar una buena idea que se ha quedado dormida en los largos pasillos del Ministerio de Educación. Francamente, ahora mismo no sé quién tiene que tomar la decisión para que se reactive la idea y para que las Comunidades Autónomas vuelvan a reunirse y a relanzar el plan de trabajo, detenido en un coitus interruptus incomprensible a mitad del curso 2011-2012. Sería una pena que cayera en el olvido una idea que parece convencer a las Comunidades Autónomas (bilingües y monolingües, de un signo político y de otro), que ha interesado a muchos docentes con quienes he podido hablar en decenas de sesiones de trabajo y que tiene el respaldo de especialistas de distintas universidades y administraciones educativas. En fin, también os contaré.

    Por otro lado, hay también proyectos nuevos para este curso 2012-2013. Pronto nos sentaremos mi compañero Miguel Ángel Ariza y yo a diseñar la tarea integrada que pongamos en funcionamiento en iCOBAE este año. El año pasado diseñamos y llevamos a la práctica el Proyecto FGL, que tantas alegrías nos proporcionó - incluida su publicación en la webcast de Leer.es bajo el epígrafe de Leer para hacer.

    Por mi parte me he puesto el objetivo de aprender algo sobre Android para dar aire fresco a mis gadgets, absolutamente amanzanados. En el último encuentro de Aulablog me dieron mucha envidia los compañeros y compañeras que están programando aplicaciones para Android sin el corsé que impone Apple a sus productos así que veremos qué podemos aprender. ¡Se aceptan sugerencias!

    Finalmente, el año pasado estuve trabajando en una publicación basada en mis entradas en De estranjis y en Educacontic y creo que ya es hora de que sacarla a la luz. Me gustaría hacerlo con alguna editorial que se atreva a publicarla on-line por un precio simbólico; sin embargo, aunque sigo creyendo en el trabajo de edición que se puede hacer desde las editoriales, si no aparece esa editorial, saldrá como epub y tan contentos - aunque ya se sabe que la gente de la universidad necesitamos ISBN para seguir vivos y en activo.

    Ah, por último, tengo un proyecto personal de lectura que ... os cuento en una próxima entrada en De estranjis :-)

    28 agosto 2012

    Lecturas de verano y micro-blogging


     El verano es una época del año abierta a las aficiones. El principio del placer es disponer del tiempo para los demás y para uno mismo: practicar tu deporte favorito, andar por el monte (desgraciadamente tan castigado este verano por los incendios) o disfrutar de una tarde de pesca se convierten, así, en actividades placenteras, ya sean compartidas o practicadas en solitario.

    Para mí leer hace tiempo que dejo de ser una afición: leer es mi vida. Leo como parte de mi profesión, como parte de mi ocio, como una forma de entrar en contacto con el mundo, como una manera de estar en el mundo.

    Sin embargo, disponer de tiempo en agosto me permite no solo leer más sino también leer textos que por diversas razones no he podido (o querido) leer durante los once meses restantes. Leo, entonces, de una manera distinta, en tiempos distintos y, también, en lugares distintos a los habituales.

    La playa - ese placer fundamental para quienes tenemos la suerte de vivir en la costa - es un escenario excelente para la lectura veraniega, como demuestra la aparición de todo tipo de best-sellers en las costas españolas. Leer sobre la arena, frente al mar, te hace comprender realmente que tu mente se expande con la lectura en la misma medida que se ensancha la vista con el mar que tienes ante ti.

    Este verano mis lecturas han quedado recogidas en un micro-blog en el cual ya llevo tiempo escribiendo, De estranjis en Tumblr. Puedes ver en este micro-blog que comencé el verano con una novela de la escritora japonesa Yoko Ogawa, La fórmula preferida del profesor y lo he acabado con Ventanas de Manhattan, de Antonio Muñoz Molina. Han sido libros muy variados que tenía reservados desde hace algún tiempo junto a algunas recomendaciones de amigas y amigos.

    Y tú, ¿qué has leído este verano?¿Me recomendarías alguno de los libros que has leído? Espero tus recomendaciones en el buzón de comentarios. Gracias de antemano :-)

    27 agosto 2012

    Un dulce regreso

    Imagen realizada por Kasaa

    Las maestras y los maestros tenemos dos calendarios. El primer calendario comienza tras doce campanadas y un atracón apresurado de uvas; el segundo calendario comienza a principios de septiembre, casualmente una época también de uvas y vendimia.

    Para quien no pertenece al mundo de la educación el comienzo del curso escolar tiene que parecerse mucho a una película de vampiros o de zombies. De repente y sin previo aviso, las puertas de colegios e institutos se abren y sus pasillos se pueblan de docentes - muchos de ellos aún en bermudas, la mayoría bronceados, algunos con barba de varios días, como no queriendo dejar la vida más feliz que encontraron en el "más allá".

    Sin embargo, para muchas de nosotras y nosotros el verano no es este momento de enterramiento que algunos suponen. Es un tiempo de lectura, de deporte, de reflexión, de viaje, de conversación. Todos estos frutos gozosos de la vida fuera de la escuela enriquecerán, a partir de septiembre, la vida del aula a través de docentes más cultos, más sanos o, simplemente, más relajados.

    De todos modos, si quieres saber qué hacen muchos docentes en verano lo mejor que puedes hacer, como en tantas ocasiones, es visitar Twitter. Esta red social, que se asienta cada vez con más fuerza entre el profesorado como una vía de socialización y aprendizaje, ha estado viva durante todo el verano: el timeline no para. Se han compartido recomendaciones literarias y recorridos por rutas desconocidas; se han comentado las noticias aparecidas en los medios de comunicación tradicionales (como los conciertos a centros educativos que segregan por sexo a su alumnado) y se han anticipado debates por llegar en el próximo otoño (desde la próxima ley de educación hasta la aparición de nuevas tabletas y su posible uso en la escuela).

    El timeline de Twitter es un buen indicador de lo viva que está la profesión en cualquier momento del año: incluso cuando algunos creen que descansamos, nuestra cabeza no para de dar vueltas y vueltas en torno a cuestiones como la educación artística (véase el hashtag #másartística), la enseñanza basada en proyectos (con una cita importante en Sevilla este año, como nos irá contando eraser), la coeducación (con el citado debate sobre los conciertos a centros segregadores) o la importancia del respecto a las licencias Creative Commons para evitar sorpresas desagradables como la ocurrida a nuestra amiga Lara, a quien apoyamos desde este blog, cuando encontró el kiosko de chuches publicado errónea e ilícitamente.

    En fin, un año más, aquí estamos, a una semana de la vuelta a la escuela, calentando motores: os deseo, a todas y a todos, un dulce regreso.