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    19 abril 2010

    Finlandia está en Aragón: CEIP San Juan de la Peña


    Hace poco la jefa de estudios del colegio de mis hijos me contaba su viaje de estudios a Finlandia y todo lo que allí había aprendido. Como ella, muchos docentes, equipos directivos y especialistas en Educación han peregrinado a la nueva Meca de la OCDE buscando inspiración para posibles reformas del sistema educativo, posibles cambios en sus centros o posibles mejoras en sus prácticas docentes.

    El caso finlandés está bien estudiado y tenemos muchas referencias en publicaciones científicas. Así, por ejemplo, en el año 2006 la Revista de Educación publicó un número extraordinario dedicado a PISA en el cual encontramos dos artículos interesantes sobre competencia lectora y formación del profesorado que explican, desde una perspectiva multifactorial, el "éxito" de Finlandia en esta prueba de evaluación internacional. Ambos vienen a decir, simplificando, que si al "sistema educativo" lo llamamos "sistema" es porque todos los elementos implicados están dinámicamente interrelacionados y el éxito colectivo depende del buen funcionamiento de cada uno de esos elementos; las soluciones parciales no valen. Y esta misma idea se aplica a no sólo a todo el sistema sino también a cada centro: necesitamos una visión global del funcionamiento de los centros que nos muestre cuáles deben ser los aspectos a potenciar, mejorar o modificar.

    La pasada semana tuve la oportunidad de estar en Finlandia. Perdón, ¿he escrito Finlandia? No, quería decir Aragón y, más concretamente, Jaca. Invitado por la Consejería de Educación del Gobierno de Aragón pude reunirme con los centros que están participando en la Experiencia Piloto para la Mejora de la Competencia en Comunicación Lingüística (escribiré sobre esta interesante reunión en una segunda entrada) y conocer el centro que ejerció de anfitrión, el CEIP San Juan de la Peña.

    Aragón ofrece unos resultados en PISA por encima de la media nacional, similares a países como Alemania o Reino Unido y a otras comunidades como Navarra, al tiempo que están también luchando por mejorar los datos relativos al fracaso escolar (como podemos ver en el estudio del Injuve (2007), Juventud y Fracaso Escolar). En este contexto el CEIP San Juan de la Peña supone un ejemplo de educación de alta calidad al que podemos mirar para sacar conclusiones.

    Centro bilingüe y centro TIC, en sus aulas podemos ver algunas prácticas dignas de atención: entre otras actuaciones, aprendizaje cooperativo desde Educación Infantil, atención especial a la competencia comunicativa a lo largo del currículo, utilización intensiva de los pasillos y otros rincones del colegio como espacios de aprendizaje, trabajo por parejas del profesorado, presencia de madres y padres del alumnado en el centro y, especialmente, en una bilioteca magníficamente organizada y gestionada como lugar de encuentro y de contacto con el libro.

    Las claves de este centro están en una dirección activa y comprometida, un claustro muy profesional en el cual se combinan experiencia con juventud, una metodología de trabajo compartida por todo el personal del centro, una voluntad clara de mejorar y de asumir retos, una asociación de padres y madres dispuesta a colaborar y, como consecuencia del trabajo realizado en el centro, una buena consideración  por parte de la administración. Es decir, como en el caso finlandés, todo el centro funciona como un "sistema" que comparte fines y objetivos, un marco pedagógico y una forma de trabajar; en suma, un estilo educador.

    Hoy que tanto se habla en los pasillos del falso debate sobre la pedagogía o la anti-pedagogía, hay que visitar centros como el CEIP San Juan de la Peña para comprender que enseñar no es simplemente ponerse delante de unos menores a repetir lecciones ajadas por el mal uso y el paso del tiempo, sino dar luz a unas ideas para que los estudiantes las hagan suyas y las apliquen en su vida cotidiana y que para conseguirlo son necesarias la reflexión sobre cómo enseñar y la voluntad de enseñar de manera profesional.

    Por todo ello, la próxima vez que me encuentre con alguien que me diga que va a hacer una visita de estudios a  Finlandia ya sé lo que le voy a decir: "¿Para qué quieres ir a Finlandia, si puedes aprender más en Jaca, en Pamplona, en la Cala de Mijas, en Albacete o en Hospitalet? No busques en la Laponia lo que tienes junto a ti: mira a tu alrededor y visita los centros que están haciendo una buena labor, aprende de ellos y aplícalos en tu propio centro. Así puedes hacer de tu escuela una nueva Finlandia".

    Salud

    4 comentarios:

    Toni Solano dijo...

    Ahí le has dado, Fernando. No nos fijamos más que en las desgracias, en los malos ejemplos, en los pésimos resultados... En todos los centros hay profes que hacen las cosas bien; cuando coinciden con alguien superior en la escala que cree en ellos (en lugar de machacarlos o de mirarlos con recelo) el éxito está servido.
    Chapeau

    José L. Castillo dijo...

    ¡Qué falta hace que el profesorado tomemos como costumbre narrarnos, contarnos qué hacemos! Es que yo quiero saber más de esa Finlandia de aquí cerquita. Me apunto los links...

    Y es cierto. Es todos a una o todo se complica en exceso...

    Gracias por compartir!

    Laura Andrade dijo...

    Gracias, amigo, por vuestros comentarios y por vuestro apoyo. Afortunadamente paso mucho tiempo visitando centros, bien visitando a los estudiantes en prácticas de Magisterio, bien haciendo formación en centros: hay muchas Finlandias entre nosotros, pero aún no hemos aprendido a descubrirlas y valorarlas.

    Un abrazo

    Alejandro Sarbach dijo...

    Magnífico Fernando. Ya mismo mando la dirección de esta entrada en un mensaje colectivo a los profes de mi instituto.
    Alejandro