Mi padre era maestro, socialista, católico y sólo recuerdo que supiera cantar dos canciones completas en su vida. Como ni yo soy católico ni canto a ninguna virgen, sólo hay una canción que me recuerde a mi padre y que me emocione cuando la escucho: el himno de Andalucía.
Los andaluces queremos
volver a ser lo que fuimos
hombres de luz, que a los hombres,
alma de hombres les dimos.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la Humanidad!
Paz y bienestar para Andalucía, las andaluzas y los andaluces.
Y tú, amiga lectora o amigo lector, recuerda que para ser de Andalucía no necesitas pasaporte o haber nacido entre olivares: andaluz es quien lo siente. No es una nacionalidad, es un arte de vida.
Por otro lado, tampoco te confundas: no me gustan ni las banderas ni los himnos. La tierra de mis padres es mi tierra pero sólo el azar determina tu pasaporte. Seas de donde seas, eres mi paisano.
Salud
1 comentarios:
Me has emocionado amigo Trujillo.
Yo que soy hijo de gallego y madrileña, nacido en el Marruecos colonial, que nunca viví más de tres o cuatro años seguidos en un mismo lugar, es precisamente la andaluza una de mis identidades más fuertes. Sólo aquí me percibo como miembro perteneciente al grupo y ciudadano universal a la vez.
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