22 diciembre 2008
Navidad - Día 2
Las empresas tienen que comprar lotería. Las otrora boyantes corporaciones ahora necesitan que la suerte las acompañe para poder pagar las indemnizaciones del personal que ya no se precisa. Cualquiera podría pensar, de manera simple y desordenada, que si antes anunciaban ganancias multimillonarias no se entiende que ahora necesiten préstamos o loterías para despedir trabajadores pero esto, como todo el mundo sabe, es sólo ignorancia: lo que se ganó se ha gastado en i+d o en mejoras de las instalaciones para incidir en la seguridad o en el aumento de la productividad, o en incómodos convenios colectivos que garantizan a los trabajadores y trabajadoras precisamente esas ridículas indemnizaciones.
Hace poco descubrí, leyendo Le Monde Diplomatique, qué significa "financiarización". Hasta que lo aprendí no podía entender como a mi alrededor cierran una empresa tras otra mientras los trabajadores y trabajadoras afirman que todavía son rentables: hoy el valor de tu empresa no depende del producto que generas sino de su cotización en bolsa, y la bolsa es una cuestión de ilusiones y tahures.