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    28 mayo 2007

    Exámenes

    Inmaculada Sanz, una compañera y amiga del grupo de investigación de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad de Granada, ha dirigido la investigación de Miguel Ángel Fernández sobre la prueba de inglés como lengua extranjera en la Selectividad (en el contexto andaluz). Las conclusiones de este estudio nos muestran un examen anclado en el pasado, en el cual la publicación del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas no ha hecho mella, entre otras innovaciones ocurridas desde su implantación. Si quieres revisar la aportación de Inmaculada y Miguel Ángel, en la red puedes encontrar el póster que presentaron en 2005 al congreso de EALTA (European Association for Language Testing and Assessment).

    A mí lo que me preocupa no es si la prueba de Selectividad está desfasada o no - ni tan siquiera si mide o no correctamente el nivel de inglés de los estudiantes. Al fin y al cabo la Selectividad es una prueba discriminatoria (en el sentido de "seleccionar excluyendo" del RAE) y para discriminar no es necesario medir correctamente el nivel de dominio de una lengua - sólo se necesita el resultado de una prueba y después tomar decisiones utilizando los resultados de esa prueba, sea cual sea.

    Mi preocupación consiste en el efecto perverso que provoca la preparación para el examen de Selectividad sobre la enseñanza en la Educación Secundaria Obligatoria y el Bachillerato. Si diseñamos, como ahora, una prueba donde la comunicación oral está completamente ausente, ¿qué esperamos que ocurra en los niveles que conducen a esa prueba? Buena parte de las innovaciones disponibles en enseñanza de idiomas chocan de frente contra el muro de una Selectividad inamovible (¿y por qué será inamovible?¿No la hacen los humanos?¿Es un castigo divino como "parir con dolor" y "conseguir el pan con el sudor de nuestra frente"?).

    Ahora bien, la Selectividad no es más que la prueba más significativa, la más visible. La misma reflexión podríamos hacerla respecto a todas la pruebas y exámenes que se realizan a lo largo del curso escolar: ¿cuál es la incidencia de estas pruebas en nuestra forma de enseñar y en la forma de aprender de nuestros estudiantes? Esta es una cuestión capital para nuestro sistema educativo: la reflexión crítica sobre los métodos de evaluación.¿Seguimos evaluando con exámenes escritos al final de un período - pasando de la evaluación formativa y demás?¿Utilizamos la observación en clase para evaluar?¿Con una plantilla de observación - porque si no es así, la observación no es válida, simplemente?¿Utilizamos portafolios para la evaluación?

    Para acabar: ¿cómo se puede plantear una "atención al alumnado inmigrante" que consista exclusivamente en la enseñanza de la lengua de la escuela si no aspiramos a cambiar, a revisar al menos, nuestros modos de evaluación una vez que vuelva al aula? Tenemos que buscar métodos alternativos para la evaluación de estudiantes hablantes de otras lenguas. Si no es así, estaremos utilizando la evaluación para discriminar, pero esta vez en la segunda acepción del RAE.

    Saludos

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    Cada vez nos llegan más "blogs de aula": Pragmática y Comunicación es el blog de una asignatura de Luz Zas y como la pragmática es uno de mis vicios confesables, aquí os dejo su enlace.

    2 comentarios:

    Anónimo dijo...

    Estimado Fernando,

    La selectividad es determinante para segundo de bachillerato. Así lo viven la mayoría de los profesores. Y, para empeorar la situación, todavía es más determinante para los alumnos menos dotados, pues impide cualquier “digresión” del profesor en favor de un hipotético éxito en la selectividad. Sencillamente, no hay espacio para abordar o profundizar aspectos de la materia que puedan resultar más próximos a los alumnos, por ejemplo. El lema es “Todo por la selectividad”. Un gran error, a mi entender.
    Creo que la manera definitiva de cambiar las prácticas docentes sería, precisamente, hacer una selectividad nueva. Un examen de madurez personal y intelectual para jóvenes. Nada de cambiar los temarios o el currículum: lo que hay que cambiar son los exámenes . Los profesores no tendríamos más remedio que cambiar nuestras prácticas docentes.
    Lo de la RAE me parece genial: discriminar es seleccionar excluyendo!
    Así nos va...

    Un saludo muy cordial,

    Boris

    Miguel Fernández Álvarez dijo...

    Estimado Fernando,

    Acabo de encontrar este blog en el que haces mención a la Tesis Doctoral que he realizado bajo la dirección de Inmaculada Sanz Sainz. Sin duda alguna, un tema que da mucho que hablar. Quisiera ante todo agradecerte la difusión que haces del estudio, ya que es algo que está presente en nuestro sistema educativo. Como bien dices, todos nos vemos afectados por el efecto tan negativo que el actual examen de inglés está teniendo en la enseñanza.

    Yo también he creado un blog en el que estoy empezando a recoger información relacionada sobre el examen de inglés de Selectividad, que se puede visitar en la siguiente dirección: www.migfdez.blogspot.com

    Un cordial saludo,

    Miguel Fernández