A veces tienes la suerte de que te propongan un reto. Cuando eso ocurre, uno tiene que pensárselo porque hay apuestas muy altas y tienes que saber si podrás cubrirlas. Pero, tras ese momento de duda, normalmente los retos hay que aceptarlos porque ahí es donde está la gracia de toda esta historia.
Hace unos meses así me ocurrió a mí. Me escribieron desde la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha - últimamente me pasan cosas muy interesantes en la tierra de los molinos de viento - y me propusieron un reto. La Consejería había optado por la escuela inclusiva como modelo educativo y ahora querían ofrecer al "asesorazgo" formación sobre atención educativa al alumnado de origen extranjero dentro de la escuela inclusiva. ¿Quién podía decir que no?
En unas horas comienza, en Alcazar de San Juan, esta experiencia de una semana de duración. Trabajaremos con 60 asesores y asesoras de toda la Comunidad y me acompañan en el viaje los amigos de siempre: Diego Ojeda, Fuencisla Cuesta, Mercè Bernaus y Luis Morales; ellos hacen que mi apuesta tenga garantías de éxito.
Nuestra intención es abrir el debate, fomentar la reflexión, perfilar planes y proyectos, presentar - con humildad - algunas experiencias para aprender de ellas y, sobre todo, prestar nuestro apoyo a las asesoras y asesores de Castilla-La Mancha ahora que quieren construir una escuela nueva para todos.
Os contaré cómo nos va.
Saludos
03 marzo 2008
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1 comentarios:
Aunque era de noche (las tres) escribiste lo cabal.
No aspiramos a nada imposible, a ninguna utopía. Es algo tan viejo como la historia: la escuela nueva.
¿nos suena a todos? ¿nos acordamos? ¿queremos recordar?
fernandotrujillo, un abrazo.
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