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¿Te preocupa cómo leen y cómo comprenden lo que leen tus estudiantes?¿Y cómo escriben?¿O si entienden correctamente lo que dices y saben expresarse oralmente en distintas situaciones?
¿Te preocupa ese niño que parece que no escucha adecuadamente?¿Cómo puede leer esa niña ciega?¿Te preguntas cómo puedes enseñar inglés a alguien con Síndrome de Down?¿Te gustaría ayudar a a ese niño o esa niña que llegó a mitad de curso desde un país muy lejano y que casi no entiende nada en nuestra lengua?
¿Te preocupa hacer de las TIC una herramienta al servicio de una auténtica comunicación?¿Te gustaría hacer de la biblioteca un espacio de aprendizaje y de disfrute?¿Encuentras interesante que todo tu claustro se sienta responsable - cada uno desde su parcela pero todos responsables - de la competencia comunicativa de vuestro alumnado?¿Te preguntas cómo puedes hacer que la familia no solo nos ayude sino que forme parte de nuestro empeño por enseñar y ayudar a sus propios hijos?¿Te gustaría que el barrio o la ciudad fueran entornos de aprendizaje que ofrecieran a tus estudiantes oportunidades de desarrollo?
A mí me preocupan todas estas cuestiones. Como educador y como profesor de lenguas mi respuesta a todas estas preguntas es afirmativa y entiendo que de la respuesta que demos a estas preguntas dependen las metas que queramos alcanzar y los resultados que podamos esperar: de la respuesta a estas preguntas depende en buena medida el tipo de escuela tengamos en el futuro.
Desde hace ya bastantes años estoy trabajando en la idea del Proyecto Lingüístico de Centro. No es una idea novedosa, francamente: hay muchas referencias teóricas desde mediados los años 80, en un bueno número de autonomías y centros es ya una realidad y en muchos otros es una aspiración en la cual están trabajando con ahinco.
El año pasado tuve la suerte de coordinar un proyecto del OAPEE sobre el Proyecto Lingüístico de Centro que, desafortunadamente, no llegó a culminar debido a los cambios en el Ministerio. Aunque no pierdo la esperanza de que el OAPEE retome el proyecto, me quedo con la alegría de que las semillas plantadas en las Comunidades Autónomas que participaron en esta aventura inconclusa parece que empiezan a germinar.
Hoy me encuentro en Avilés presentando el Proyecto Lingüístico de Centro. Mi intención no es teorizar sobre el tema sino plantear clara y directamente cómo pueden los centros interesados diseñar un Proyecto Lingüístico de Centro. Para ello trabajaremos con los dos documentos que os inserto a continuación, por si os interesan.
El interés (y la dificultad) del Proyecto Lingüístico de Centro es que no admite recetas. El contexto socio-lingüístico del centro y de los estudiantes así como sus necesidades y los recursos a su disposición hace que cada Proyecto Lingüístico de Centro deba ser "único e intransferible", aunque las experiencias de unos centros sí sirvan como guía para que otros centros diseñen su propio PLC. Las claves, como en todo proceso de mejora e innovación educativa, son la decisición del centro, las negociaciones entre los agentes implicados, la formación precisa, la ejecución de las actuaciones acordadas y la evaluación de los resultados.
Espero que en Asturias el Proyecto Lingüístico de Centro se convierta en un fuerte y hermoso tejo debajo del cual podamos crecer y protegernos de la lluvia. Por mi parte haré todo lo que pueda para que a este tejo no le falte agua, luz y tierra sobre la cual crecer. Espero que podamos verlo crecer juntos.
PS. Gracias a todas las compañeras y compañeros de Asturias que han confiado en mí para sembrar esta semilla. Espero que fructifique. Cómo diseñar un Proyecto Lingüístico de Centro
Pauta-guía para el diseño de un Proyecto Lingüístico de Centro
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